RENOVADOS ESFUERZOS EN EL CONGRESO PARA LEVANTAR EL EMBARGO COMERCIAL DE CUBA. LA HISTORIA SE REPITE.

En otro paso en el proceso para descongelar las relaciones con Cuba, un grupo de legisladores presentó el jueves una legislación para levantar el embargo comercial que ha existido con el país durante décadas.
Como era ya de esperarse, y de acuerdo con todo lo que hemos venido expresando en los últimos días, el 117º Congreso renovará los esfuerzos para levantar el embargo comercial estadounidense con Cuba. Un plan que viene de un trabajo de mas de 60 anos de influencia castristas sobre los medios de comunicaciones en el exilio cubano, el acceso que hoy tienen al congreso de los Estados Unidos, y un tercer mandato indirecto de Obama.
Recordemos que la senadora estadounidense de Minnesota Tina Smith dirigió una misión comercial a Cuba en 2015 mientras era vicegobernador de Minnesota. Como excusa para un acercamiento ella dice que es optimista sobre la ampliación del acceso a los mercados cubanos para los agricultores y ganaderos estadounidenses. Sin embargo, olvida el dolor de un pueblo con mas de 60 años de opresión, asesinatos, y devastación intencional de una economía que alguna vez fue la mejor economía de hemisferio.
«Pudimos ver lo que es un socio comercial perfecto Cuba debido a la naturaleza complementaria de lo que somos buenos para crecer, no tienen. Y lo que son buenos para crecer que no tenemos, como el chocolate, por ejemplo».
El miembro demócrata del Comité Ag del Senado dice que, si bien no se compara con China en términos de escala, Cuba todavía presenta oportunidades comerciales significativas.
Smith dice que la administración Trump retiró las incursiones que Estados Unidos había estado haciendo hacia la expansión de las relaciones comerciales y diplomáticas.
Más de 20 grupos agrícolas, departamentos estatales y agroindustriales enviaron una carta al presidente Biden el mes pasado pidiéndole que mejorara las relaciones comerciales con Cuba. Esos grupos incluyen la Asociación Nacional de Cultivadores de Maíz, la Asociación Americana de Soja, el Consejo de Granos de los Estados Unidos y la Asociación Nacional de Cultivadores de Trigo.
La legislación fue introducida por la senadora Amy Klobuchar, D-Minn., a quien se unieron los senadores Mike Enzi, R-Wyo., Debbie Stabenow, D-Mich., Jeff Flake, R-Ariz., Patrick Leahy, D-Vt., y Dick Durbin, D-Ill.
Según sus patrocinadores, el proyecto de ley eliminaría las barreras legales a los estadounidenses que hacen negocios en Cuba y «allanaría el camino para nuevas oportunidades económicas para las empresas y agricultores estadounidenses». De aprobarse, derogaría las leyes sobre los libros que impiden a los estadounidenses hacer negocios en Cuba; no derogaría las leyes que abordan los derechos humanos o las reclamaciones de propiedad contra el gobierno cubano.
Según sus patrocinadores, el proyecto de ley eliminaría las barreras legales a los estadounidenses que hacen negocios en Cuba y «allanaría el camino para nuevas oportunidades económicas para las empresas y agricultores estadounidenses». De aprobarse, derogaría las leyes sobre los libros que impiden a los estadounidenses hacer negocios en Cuba; no derogaría las leyes que abordan los derechos humanos o las reclamaciones de propiedad contra el gobierno cubano como la ley Helms Burton, pero esto seria el principio para derogar dicha ley también.
El argumento que presentan los demócratas es el de que «Es hora de pasar página a nuestra política en Cuba. Cincuenta años del embargo no han asegurado nuestros intereses en Cuba y han perjudicado a las empresas estadounidenses al restringir el comercio con un mercado de 11 millones de personas a sólo 90 millas de nuestras costas.
De acuerdo con la información que la prensa angla distribuye, la legislación está siendo impulsada por intereses agrícolas, incluida la Coalición agrícola estadounidense para Cuba. Sin embargo, todo parece mas una maniobra de lo que ya se ha venido gestando por años. EL castrismo tiene sus empresas que responde a sus intereses con demasiado dinero como para mantener y patrocinar todo tipo de subversión, financiar campañas políticas hasta en las posiciones mas altas del congreso. Recordemos que la historia de Castro con Harlem y el Caucus Negro del congreso fue solo el principio de sus intenciones de influenciar la política norteamericana.

Fue en Harlem, NY. donde Castro se reunió por primera vez con Nikita Jrushchov y con Malcolm X en su controversial estancia en el hotel Theresa de Harlem. También recordemos a quien fue una posible aspirante a la vicepresidencia de Biden, Karen Bass, que también se había reunido con Fidel Castro en la isla y, al igual que Bass, la representante demócrata Maxim Waters nunca ha ocultado su admiración y por el dictador, al igual que lo hizo María Elvira Salazar en aquella famosa entrevista a Fidel.
La legislación está siendo impulsada por intereses agrícolas, incluida la Coalición agrícola estadounidense para Cuba.
A pesar de que ya existe un proceso para levantar el embargo como el de devolución de las propiedades confiscadas, elecciones libres y justas en Cuba, respeto a los derechos humanos fundamentales, liberación de todos los presos políticos bajo la ley Helms-Burton, etc., esta no es la manera en la que el Castrismo quiere una salida pacifica. Ellos apuestan por un cambio fraude para lo que ya han minado nuestro exilio con agentes de influencia para manipular las masas.
El gobierno de Trump puso fin a la suspensión de una ley que permite a los ciudadanos estadounidenses, incluidos los cubanos naturalizados, demandar a empresas y subsidiarias en Cuba que se beneficiaron de propiedades privadas que fueron confiscadas por el gobierno cubano, dijo el martes un alto funcionario de la administración.
El título III de la Ley libertad, que previamente fue suspendida por la administración Obama y por el ex secretario de Estado Rex Tillerson, se aplicó plenamente, y la administración aplico también el Título IV.
El Título III permite a los ciudadanos estadounidenses demandar por propiedades que fueron confiscadas una vez que Fidel Castro asumió el poder en 1959 y ahora están valoradas en 8.000 millones de dólares. El Título IV niega visas para los cubanos que se beneficiaron financieramente de las propiedades confiscadas después de 1996.